sábado, 24 de octubre de 2009

Roma 9 octubre, parte 1


Y llegamos al segundo día en Roma, con las fuerzas recuperadas (ahora lo comprobareis).

Nos levantamos, desayunamos y nos vamos a coger la línea de metro roja hasta la parada de Ottaviano. De aquí vamos caminando hasta la plaza de San Pedro y ésto es lo primero que vemos.


Son las 9.30 de la mañana (vale, fuimos poco madrugadores, pero no había mucha gente), pero lo ideal es llegar antes. Estuvimos un rato paseando por la plaza y haciéndonos fotos y luego nos pusimos en la cola para entrar en la Basílica.

Aquí un pequeño inciso, antes de llegar a la Plaza, hay muchos puestos de souvenirs variados. La verdad es que hay algunos bastante originales como sacacorchos o abridores de botellas, o costureros de viaje con la foto de recuerdo... NO LOS COMPREIS ANTES DE LA VISITA, porque luego pasas la bolsa por el escáner y los tienes que tirar en los cubos de basura porque no te permiten entrar con ellos (hubo un momento en la cola al sol en el que nos planteamos llevarnos un cubo a la salida y se acabó el follón de ver regalitos).

Por fin pasamos el control y entramos en la Basílica. IMPRESIONANTE. Esculturas, pinturas, suelos, TODO. Estuvimos dentro casi 2 horas y podríamos haber estado otras 2 o 3 más, pero el tiempo del viaje es limitado y hay muchas cosas aún por ver así que, con dolor de corazón, vamos a la cúpula.

La subida a la cúpula son 7€ más 320 escalones. Pueden parecer muchos pero no se hacen muy pesados. Ahora bien, consejos MUY IMPORTANTES.

Si tienes vértigo, PIENSATELO MUY BIEN, yo lo pasé bastante mal en la cúpula y no tengo demasiado vértigo, así que si te da impresión subirte a un taburete... medítalo. Es más, no es sólo la cùpula, como has subido, luego tienes que bajar, y te encuentras con un nuevo vacío ante tí y hacia abajo (yo uso la técnica de concentrar todas mis fuerzas en ver sólo el siguiente escalón).

Si tienes claustrofobia, PIENSATELO MUY BIEN, el último tramo de escaleras puede resultar bastante agobiante.

Pero, en fin, aunque lo pasé mal, debo reconocer que las vistas son impresionantes y que era una oportunidad en la vida.

Una vez conseguí bajar de la cúpula, nos fuimos a los Museos Vaticanos.

La entrada al museo son 14€ y la audioguía otros 7€ (NOTA: el hecho de poner los precios es porque a mí la información de este tipo me vino muy bien para planificar el viaje). Para el museo conviene reservar tiempo, el tiempo que quieras, pero no menos de 3 horas (creo que el racing-tour-museum aún no lo permiten).

El museo es arte, arte, arte y más arte. Un largo paseo que te lleva hasta la Capilla Sixtina. Aquí no permiten hacer fotos, y hay guardias uniformados y de paisano vigilando y llamando al silencio de vez en cuando.

Y ya casi a las 16.00 horas, salimos del museo por ésta escalera.


Y nos fuimos a buscar un sitio para comer y para planificar la tarde, aunque eso tocará otro día.

CONSEJO: NO hacer la burrada que hicimos nosotros y dejar todo el día para Basílica + Museos. Primero una, comer y luego los otros, que cierran a las 18.00 y te da tiempo luego de ver plazas y demás (aunque puede que cuando quieras hacer las fotos lo lamentes, yo aviso, cada cual que se lo monte como quiera).

sábado, 17 de octubre de 2009

Roma 8 octubre



Prácticamente una semana después de volver de Roma, comienzo a postear. Y lo hago con una pequeña mini-guía de viaje sobre lo que hicimos y vimos durante 3 días y medio, en la que incluyo también aspectos prácticos.

Así que...
...comienzo.

Día 1. 8 octubre.
Llegamos al aeropuerto de CIAMPINO. Allí nos hicimos con un billete de autobús que nos llevaba directamente a la estación de Termini. El billete nos costó 4.5€ por persona. Además, el hecho de que nuestro hotel estuviera al lado de Termini nos facilitó mucho la labor turística (fue llegar, dejar, y a visitar).

Del hotel nos fuimos a Termini a comprar el Roma Pass, es una tarjeta que incluye la entrada a varios monumentos/museos, pero sólo puedes entrar gratuitamente a los 2 primeros que vayas. Para el resto de las visitas, la Roma Pass te da descuentos. Así pues, cada uno decide dónde la usará, y lo que le cundirá. También incluye un mapa de Roma y un bono de viaje para 3 días (nosotros usamos bus y metro). Todo el paquete cuesta 23€ (es precio único).

Por fin, ya tenemos el Roma Pass, así que cogemos la línea de metro roja hasta Coliseo. Para entrar, usamos la Roma Pass.



Y una vez dentro, nos hacemos con una audiguía. Son unos 4€ y tienes que dejar el DNI como depósito. También está la opción de visitas guiadas en grupo en español, pero por el tema de horario no nos venía bien. Tras mucho ver, mucho escuchar y muchas fotos, salimos del Coliseo y nos fuimos al Palatino + Foro.

Aquí también usamos la Roma Pass para entrar. La ventaja es que para la Roma Pass Foro-Palatino-Coliseo es un pack y sólo cuenta como una visita. Si no tienes la Roma Pass puedes comprar una entrada combinada para los 3 sitios que cuesta 14€.

La verdad es que poco sabíamos del Palatino y del Foro (no es que sean una de las atracciones turísticas principales de las que todo el mundo habla cuando nombra Roma), pero salimos de allí encantados (y cansados, y acalorados).

Gracias a mi nueva cámara (que ya os presentaré), pude hacer esta maravillosa panorámica desde el foro. Lo que se ve a la izquierda pertenece al Palatino.


Ahora es importante señalar que la primera foto es un planito en donde he pintado la ruta que hicimos este día. No se ve bien, y no me deja moverlo de ahí, pero hoy no me importa (sin enfados). Después de terminar de visitar el foro, fuimos andando hasta Piazza Venezia y siguiendo las órdenes de nuestros estómagos hambrientos fuimos a buscar un sitio para comer, que ya eran más de las 14 horas.

Después de comer (y de tomarme un gelato), visitamos el Panteón. Desde fuera apenas se aprecia la cúpula, pero una vez dentro es impresionante.



Desde aquí, fuimos callejeando por la zona del Panteón en dirección a la Fontana di Trevi. Cuando la ves por primera vez, es impactante. Está ahí metidita entre unas calles, es enorme, la oyes cuando te acercas pero no la ves hasta girar la esquina, ni siquiera oyes a la gente (y hay mucha), sólo la fuente.


Y desde Fontana di Trevi y ya agotados (son las 18 horas, pero no hemos dormido) vamos andando hasta el Palacio del Quirinal y desde ahí nos dirigimos a Barberini a coger el metro para volver al hotel y cenar. Y a dormir, que hay que coger fuerzas.

jueves, 8 de octubre de 2009

Un merecido puente

Estoy de vacaciones. Ahora mismo debería estar ya en Roma (vivan las entradas programadas). Llevo desde febrero sin vacaciones y sin escapadas, así que ya me tocaba. Voy a disfrutarlas y ya contaré cuando vuelva.