Fuente: blog onesheepishgirl
Es la primera vez que me sumo a una iniciativa de este tipo, y lo hice en colaboración con La nube de Andrea, de San Vicente del Raspeig.
Tal y como puede leerse en el blog que os he mencionado antes, la iniciativa consistía en:
- Hacer un corazón (de ganchillo, punto, cosido, la técnica da igual)
- Ponerle una nota con un mensaje bonito y el hashtag #sheepishheartbomb
- Dejarlo en algún lugar: un banco, una puerta de un comercio, etc
La idea es sacarle una sonrisa a alguien cuando encuentre tu corazón de San Valentín y sentirse querido.
Mi aportación al yarnbombing
Tejí una docena de corazones siguiendo el patrón que encontré en esta página, junto a otras ideas de corazones para esta iniciativa. Me quedé media docena y cedí el resto para "las no ganchilleras", porque queríamos llenar San Vicente del Raspeig de corazoncitos.
El sábado 14 de febrero, antes de ir a trabajar, salí a dar un paseo por "mi zona de acción". Salí armada con washi tape, mis corazoncitos, el móvil, etc. Hacía un poco de viento y eso me dificultó un poco hacer las fotos (corazón volando, etiqueta giradora, esas cosas).
La experiencia me ha encantado. Al principio da un poco de vergüenza, pero en seguida se pasa y estás deseando pasar en unas horas para ver si los corazoncitos han desaparecido.
Además, tenemos constancia de gente que lo encontró, llamó para ver qué era y quedó encantadísima al saber que podía quedárselo.
De todo esto me quedo con que... ¡a veces hacer feliz a la gente sólo cuesta 2 metros de lana y un poco de celo!
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