miércoles, 11 de marzo de 2015

¿Quieres saber algo más sobre mí?

Ya comenté a mi vuelta que pretendía tomarme más en serio el blog. Una de las cosas que aún no tenía, porque me resultaba tremendamente difícil de escribir, era una página de presentación sobre mí y sobre mi blog.

Pues ya basta, hasta hoy he llegado. Quien quiera conocerme un poco mejor, sólo tiene que seguir leyendo.

¿Quién es Dycas?

Dycas es Laura Díaz, una alicantina treinteañera, bióloga, educadora, maestra, monitora infantil, amante de las manualidades y enamorada del punto y el ganchillo desde antes de cumplir los 10 años.

Abrí este blog en 2007 y creo que he publicado de todo: viajes, cositas de fieltro, abalorios, zapatos, disfraces, ideas craft que he ido encontrado en la red, manualidades con las tatas (son como mis hermanitas), etc.

¿De qué trata el blog?

Pues eso, Dycas comenzó como un "cajón desastre" de todas las cosas que me gustan. Pequeñas creaciones, ideas, experiencias o vivencias que quería compartir.

Repasando mi archivo histórico, se nota que las últimas entradas se centran más en el punto y el ganchillo. Pero eso no quiere decir que hable de ello porque es "la novedad". Tampoco quiere decir que de vez en cuando no trate otros temas, no en vano me gano la vida haciendo talleres de manualidades infantiles.

¿Quieres saber algo más de mí?

Desde pequeña me ha fascinado ver tejer y ganchillear a mis abuelas. Siempre he pensado que pasar de un hilo a algo con textura, cuerpo, forma, etc era una especie de magia. De ellas aprendí lo básico (y aprendí a tirar de la hebra para deshacer, sabiendo que vale la pena para hacerlo bien).

Antes de comenzar el blog viví una época de "necesitar más". Estaba ya harta de las mismas revistas, los mismos puntos, los mismos patrones,... En Internet encontré mi salvación... o no.

San Google me mostró un mundo nuevo en lo referente a patrones y tipos de puntos, pero me los mostró en inglés, francés, japonés, etc. 

Algo importante de mí es que soy cabezota y tenaz: si me empeño en algo, no paro hasta lograrlo. Con el inglés y el francés lo tuve más o menos fácil: me armé con un diccionario y utilicé el ensayo-error con puntos conocidos para luego enfrentarme a los que no había tejido nunca.

Así aprendí a hacer los calados. Y a tejer chales triangulares. La gran mayoría de patrones que tengo son en inglés. Creo que nunca olvidaré el día en que mi yaya me vio haciendo una flor de ganchillo con un patrón en japonés (¡uuyyy nena, pero si aquí sólo hay dibujitos!).

Para mí, que este mundo de lanas y agujas ahora esté de moda ha sido una liberación. No sólo por dejar de ser "la chica que hace cosas de abuela", sino porque ahora encuentro libros de lo que me gusta en castellano (aunque alguno en inglés también tengo). He podido aprender mucho y sigo haciéndolo, ¡y me encanta!

Además, como todo en esta vida, he evolucionado. Poco a poco me animé a diseñar mis propios patrones: al principio no eran más que combinaciones de puntos para una bufanda, pero he pasado a diseñar y tejer: gorros, cojines y hasta una liga de novia.

De forma paralela, comencé a impartir clases de punto y ganchillo, me apunté a mercadillos artesanales y abrí una tienda Etsy (bajo la presión de Emilio, que con lo que me cuesta aún estaría pensándomelo; creo que necesitaría otra vida para darle todas las gracias que merece). 

¿Algo más sobre el blog?

He decidido tomármelo más en serio. Este verano valoré seriamente la posibilidad de cerrarlo y abrir uno nuevo de temática exclusiva "punto y ganchillo". 

Pero yo soy Dycas, una mezcla de cosas, como mi blog, como lo que me inspira para mis patrones. Así que decidí mantenerlo, pero centrándome en el punto de tricot y el crochet.

Estoy definiendo las secciones, estoy pensando temas para los posts, estoy creando un calendario editorial y tengo en mente un lavado de cara. Tengo muchas cosas en la cabeza (y sobre el papel), pequeños cambios que quiero ir haciendo para llegar a más gente. 

Para que los tejedores, los amantes del ganchillo y los crafters no se sientan tan solos ahí fuera como me sentía yo allá por 2005.

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