¡Buenos días!
Llevo muchos meses desaparecida. Lo primero es pedir disculpas por no haber avisado. Ahora lo veo y pienso que escribir dos párrafos no habría costado nada, pero habría sido una gran diferencia.
No voy a mentiros: llevar el blog exige dedicación. Y me pudo.
En su momento me marqué escribir un post a la semana. Más me parecía mucho, y no le veía sentido a publicar menos. Pero creo que esta frecuencia era demasiado para mí.
Sí, podría ir a lo fácil y publicar todas las semanas un listado de enlaces a otras páginas. Pero creo que si estás aquí y estás leyendo mis posts es porque su contenido te gusta, así que no veo lógico no ofrecerte "algo mío".
Pero ofrecer ese "algo mío" conlleva bastante trabajo: pensar el tema o contenido del post, redactarlo, haz fotos, editarlas, dejar el post más o menos bonito, programar los posts para que haya un poco de variedad, etc.
Y todo esto se juntó con un bloqueo tejeril. Lo cierto es que me lié a hacer cosas para la boda y las entradas del blog se quedaron en el tintero. Me sentaba a escribir y me quedaba en blanco. No sabía qué contar. Y al mismo tiempo no quería poner sólo enlaces a otras páginas.
Sí, tenía ideas, pero no salía el resultado. Y decidí frenar antes de agobiarme mucho más y abandonar para siempre.
Pero basta de quejarme.
Mi idea era volver en octubre, pero lo fui alargando y me he metido en 2017. Pero sí, ¡VUELVO!
Y vuelvo con las pilas cargadas, con ideas y proyectos. Y también vuelvo con cosillas interesantes e ideas que he visto en otras webs, así que inevitablemente algún post de enlaces habrá.
Eso sí, vuelvo con cabeza: en principio publicaré cada dos semanas. Y empezaré la semana que viene. Así que...
¡Hasta el próximo post!
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