Tenía otra entrada preparada para hoy, pero he movido todo mi calendario editorial para dar prioridad a este post.
Hace unos meses, descubrí la iniciativa de los pulpitos solidarios. Ví una publicación por Facebook y comencé a darle vueltas a la idea de crear un grupo en Alicante. Pero mientras me organizaba mentalmente, descubrí varios puntos de recogida de estos pulpos en mi ciudad.
Y seguro que ahora mismo te estás preguntando: ¿qué son los pulpitos solidarios? Es una iniciativa que nació en Dinamarca en 2013. Consiste en tejer pulpos de ganchillo (siguiendo unas directrices de seguridad) para donar a bebés prematuros en los hospitales. El bebé se abraza a los brazos del pulpo como si fueran el cordón umbilical, lo que les tranquiliza e impide que se agarren a los tubos de monitores.
En la web de Pulpitos Solidarios (y en su grupo de Facebook); y también en la de Noupops (y su Facebook), puedes encontrar toda la información necesaria para sumarte a la iniciativa: patrón del pulpito, algodones recomendados, consejos, requisitos mínimos de seguridad, etc.
Debo decir que me parece un movimiento tremendo. Me sumé a él desde el momento cero de conocerlo. No comencé a tejer, pero sí a pensar y a buscar información. Y ya después de encontrar el "patrón oficial" y de buscar los algodones que tenía por casa y cumplían los requisitos, comencé a darle al ganchillo.
A modo de resumen, los requisitos para un pulpito solidario son:
- Algodón 100% premium (en las web hay incluso un listado de hilos comerciales recomendados)
- Relleno de fibra hipoalergénica lavable a 60ºC
- La cabeza debe medir entre 6 y 9 cm
- Los tentáculos deben medir entre 16 cm (en reposo) y 22 cm (estirados)
- Las piezas del pulpo NO deben desprenderse
- El relleno no debe salirse ni ser visible
- Extremar las medidas de higiene y limpieza al tejer el pulpito
Sinceramente, estas medidas me abruman un poco. Entiendo que los pulpitos son para niños prematuros y veo perfectas todas y cada una de las medidas de seguridad. Lo que me abruma es pensar que vaya a meter la pata en alguna.
Pero me quedo mucho más tranquila al saber que, una vez yo deje mis pulpitos en el punto de recogida de mi ciudad, viajaran hasta el "control de calidad". Allí revisarán que cumplen las condiciones "medibles", los lavarán a 60ºC, los dejarán secar y los embolsarán para llevarlos a su destino final: los hospitales que se han sumado al proyecto, donde se repartirán a los bebés prematuros.
No puedo dejar de pensar que para mí tejer un pulpito es un pequeño gesto, pero para estos bebés cualquier ayuda que podamos prestarles es poca. Además, me parece precioso el significado emocional de "alguien que no te conoce ha hecho esto para tí y te apoya".
De modo que no puedo hacer más que tejer y animarte a que te sumes a este proyecto solidario.
Por cierto, en Instagram puedes buscar por #pulpitossolidarios
Ah, y recuerda que estos pulpitos se destinan única y exclusivamente como donativo solidario a los niños prematuros. No dejéis que nadie haga negocio con esta idea (que a mediados de marzo ví una imagen en Instagram de un sitio que los vendía a 22€ y me puse enferma).
Así que ya sabes: algodón 100%, ganchillo, relleno hipoalergénico... ¡y llena a los más peques de abrazos!
¡Hasta el próximo post!
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