¿Qué pasa si sumamos estas dos imágenes?
La primera corresponde a 2 broches de fieltro que le hice a mi hermana, pero hay que fijarse en el segundo, el de la mantilla (en su caso, de Bellea).
La segunda, soy yo, preparada para el desfile de la Ofrenda de Flores a La Virgen del Remedio. No es mi mejor foto, pero entre el sol, la mantilla (que no es que me favorezca mucho), y los días de previa fiesta que ya llevaba en el cuerpo, pues mucho más no pude hacer (bueno, pude hacer -con algo de ayudita- unos 40 ramos de flores, que son los que llevábamos).
Pues lo que sale es ésto. Un nuevo broche de fieltro, esta vez representando a una Comisionada (vamos, que es el traje regional femenino), pero inspirado en mi traje. Además de inspirado, puede decirse que reciclando mi traje, pues la puntilla que le he puesto como delantal es un sobrante de la puntilla de MI DELANTAL, que también me hice yo. Además, como este broche es para mí (y porque yo lo valgo), esta vez le he puesto pendientes y el broche, que lleva un tupi de Swarovski. No le he puesto la mantilla porque sólo me la pongo para la Ofrenda, para todo lo demás no hay que llevarla, pero no descarto hacerle una de quita y pon.
Mira que estuve dudando entre hacerle la carita como a la matrioska (pero más serena) o pintársela. Está claro que tenía que haberme decidido por la primera opción (es lo que tiene ser autocrítica).