Ayer fue un viernes productivo.
Para empezar, nos ponemos con la manualidad. Ayer les descubrí a las tatas el maravilloso mundo de "hazlo tú mismo", y para engancharlas de verdad, comencé con unos collares de pasta. Lo de los macarrones me parecía demasiado fácil, sobre todo porque también pretendo que desarrollen un poco la paciencia, y que aprendan que hay cosas que no puedes hacer en 5 minutos, sino que tienes que dedicar más tiempo (dicho para ellas: "que yo no tardo un plis-plas en hacer las cosas, a veces estoy días para acabarlas").
El primer paso fue presentarles los materiales: las estrellitas de la sopa y el hilo de pescar. La sorpresa les vino cuando les dije que íbamos a tostar las estrellitas con la sartén. Las coloqué a una distancia prudencial del fuego y les enseñé cómo la pasta iba cambiando de color. El momento sorpresa fue cuando Carol chilló "¡huele a pan tostado!".
Después nos fuimos a nuestro "taller" (la terraza) y nos pusimos a ensartar estrellitas. Les até el hilo a una pinza para evitar que fueran entrando por un lado y saliendo por el otro. Al principio tuve que ayudar un poco a Carol (pinza verde), pero después le cogió el tranquillo y podía hacerlo ella sola, lo que me dejó tiempo para ir haciendo otras cositas (que me guardo para otro post).
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