viernes, 5 de octubre de 2012

Bufanda Baby Chalice

En la entrada anterior ya avisé, he estado con lanas y agujas.

En julio mi chico fue a Madrid, y yo cada vez que oigo Madrid pienso en 3 cosas: musicales, lanas del Gato Negro y DunkinDonuts. Una vez descartado el traer a todo un elenco musical y decidir que hincharme a azúcar no era una necesidad prioritaria, lo convencí para que hiciera una visita a "la tienda de lanas" (tengo obsesión con ella desde pequeña, que ví por primera vez uno de sus escaparates navideños en un viaje familiar).

Al principio me miró raro: "yo no tengo ni idea de lanas".

Mi respuesta: "No te preocupes, yo te lo doy todo mascadito".

Recuperé un muestrario de lanas de hace 3 años, les mandé varios mails a la tienda para informarme de los colores y... allí que lo mandé. (Y mil gracias por atenderme tan amablemente a distancia)

Y él volvió con 200 gramos de Dralon/3C en un color morado precioso al que la foto no hace justicia.


Después de ovillar 100 gramos, calculé que tenía unos 700 metros de lana; así que hice una madeja de cabo doble (unos 350 metros).

Saqué las agujas (recordad, finales de julio en Alicante) y basándome en el patrón de la Baby Chalice Blanket, empecé a tejer una bufanda.

De los 100 gramos me sobró lo justo para hacer una pequeña flor de ganchillo. Y la bufanda, una vez ahormada, mide unos 200x30cm (tejida con aguja del número 4).



PD: Que tu novio te mire raro mientras tejes en agosto en el sofá, no tiene precio (y me hace plantearme que rozo el frikismo).

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