Y cuando actualizaba me he ido dejando una entrada pendiente: Nochevieja.
Lejos del Glamour, taconazos y vestidos de fiesta, nos fuimos unos días a una casita rural en Riomundo con el grupo de amigos. Así, en plan cómoda, el día 31 por la mañana coronamos el nacimiento de Riomundo.
Cogemos los coches, llegamos al aparcamiento y comenzamos a andar. Apenas 5 minutos después.... ¡EL RÍO, EL RÍO! (entendednos, somos de Alicante-city). Y allí posando, fotico al canto (la persona que intenta parecer más bajito a mi lado es mi novio)
Seguimos subiendo (algo facilito, por cierto) y empezamos a ver Las Calderetas. Bellísimas, la foto no hace justicia, y lo único que evitó las ganas de tirarme de cabeza fue el frío (que no hacía mucho, pero yo pensaba en el post-chapuzón).
Cuando ya has pasado la mitad del camino, aparece este salto de agua. Un incentivo más para seguir subiendo.
Y ya, finalmente, llegamos a La Cueva de los Chorros, nacimiento de Riomundo. Aquí el chico coronando el momentazo. Hay otra foto más cerca, donde te mojas por tener un recuerdo, pero no era de mi cámara y estoy esperando a que llegue.
Sé que hay bloggeras afortunadas que tienen paisajes tan bonitos como éste (o mucho más) a tiro de piedra de su casa. Pero yo no tengo esa suerte, así que para mí fue algo especial y por eso tenía ganas de mostralo al mundo.
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