En el post de la semana pasada ya os comenté lo duro que se hace tejer en mi ciudad durante el verano. Además, este año toda Europa se encuentra sumergida en un tsunami de calor, así que el problema se multiplica. En serio, llevo una semana sin poder coger ni las agujas ni el ganchillo y estoy empezando a sufrir el mono.
Pero no te preocupes, existen varias fibras alternativas a la lana que te permiten crear tejidos fresquitos para el verano. Hoy voy a hablarte de dos fibras de origen vegetal: el algodón y el bambú.
Algodón
Normalmente asociamos el algodón a prendas de verano porque es una fibra transpirable que deja respirar nuestra piel al tiempo que aleja el calor; pero también es adecuada durante los meses de entretiempo y durante invierno (bajo una prenda de abrigo).
Además, el algodón 100% es el material ideal para las personas que tienen problemas de dermatitis, pues no provoca ni irritaciones ni reacciones alérgicas.
Respecto a su cuidado, aguanta muy bien los lavados, así que es una fibra que debes considerar para tejer prendas infantiles. Además, el algodón no encoge con los lavados, sino que la prenda tiende a estirarse con el uso. Pero no te preocupes, al lavar la prenda ésta vuelve a su tamaño original. Eso sí, también debo avisar de que el algodón se arruga.
Bambú
La fibra de bambú se extrae de la planta de bambú, que suele conocerse por ser el alimento de los osos panda.
Al igual que el algodón, la fibra de bambú es suave y transpirable, pero además es hipoalergénica y tiene una composición antibacteriana, lo que evita que la prenda coja malos olores.
Además, la fibra de bambú es termorreguladora. Es decir, mantiene nuestra temperatura corporal, lo que la convierte en una fibra perfecta para usar durante todo el año, aunque es una de las "fibras reina" del verano.
Los tejidos de bambú tienen un brillo y caída semejantes al de la seda. La parte negativa es que es recomendable lavarlos a mano, aunque no se arrugan tanto como el algodón.
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