viernes, 21 de noviembre de 2008

Reflexión de un viernes

Y yo me pregunto.... ¿Se tienen alguna vez demasiados zapatos?
Todo viene porque esta noche una amiga mía inaugura una Clínica en Elche, y he estado pensando en lo que ponerme para asistir.
La cosa no es tan sencilla como parece, para empezar, lo que elija debe ser todoterreno. Me explico, entro a trabajar con niños a las 17.00 de la tarde, con un poco de suerte, espero salir un pelín antes de las 21.00. Tengo que cambiarme de ropa en el trabajo y llegar hasta Elche. Así que el modelito debe mantenerse en perfecto estado guardado 4 horas en no tan perfectas condiciones, a lo que hay que sumarle que tengo muchas probabilidades de tener que ir a trabajar en autobús.
Vale, primera prueba superada, dudo entre 2. Finalmente me decido por uno, pero ¡no tengo zapatos para combinarlo! Es un vestido negro que otras veces he combinado con zapatos de color. Pero hoy pensaba ponérmelo con medias tupidas negras y no me gustaba el resultado con un zapato que no fuera negro (el color iba a ir en otros complementos).
Total, que he cambiado de look.
Me paso la vida escuchando de mi madre, mi novio y mi hermana que tengo demasiados zapatos. Pero resulta que, al menos, me falta un par. El de los zapatos negros que necesitaba hoy.
Por eso, mi duda ¿Es verdad que alguien tiene demasiados zapatos? O deberíamos decir... ¿Necesito más zapatos en mi vida? Personalmente, no me importaría hacer sitio a algunos de éstos.


A los Reyes Magos (o que leches, a mi cumpleaños, que viene antes), no me importaría tener el modelo de sandalia que acabais de ver. Uso un 37-38.




Uno de estos tampoco me importaría.





De estos de Blanco, me conformo con los verdes, las bailarinas azules y los botines grises. Posiblemente sean clones, así que si preferís agasajarme con los originales tampoco voy a poner pegas. Esto, pensando un segundo más, también podría acoger con cariño a los azules de tacón .

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